Quiero que sepas que sigues presente en mi vida, que todo lo que hemos vivido siempre sera parte de mi, no renuncio a volver hablar contigo, ahora comprendo tu dolor también y al igual también comprendo mi dolor, que es el que tanto daño me ha hecho.

She.

Algo que llena es eso que alegra el corazón, que nos hace sentir tan vivos que podemos tocar con la llamas de nuestros dedos las esponjosas nubes del cielo.

Pero descubrí que no solo podía tocar las nubes, también podía tocar el universo y cuando lo hice pude morir cerrando mis ojos y sumergiendo mi cuerpo a la eterna felicidad.

Quién diría que era difícil buscar la felicidad, solo tienes que cerrar los ojos y dejarte llevar.

Deslizaba sus dedos por la fina madera de las escaleras de aquella casa, extrañamente le encantaba el tacto de cosas así. Recorría con su mirada todos los rincones posibles y los que se encontraban aparentemente ocultos al ojo humano, pero se las apañaba para encontrarlos.

Esbozo una sonrisa perdida y un tanto agobiante,  podía reflejarse en aquel gesto de sus labios la más profunda tristeza que jamás se haya presentado, tanto dolor la estaba matando por dentro que no dejaba de fingir.

Elevo su mano apartándola así de la escalera dirigiendo su mano derecha hacia su vestido de color blanco pálido permitiéndola  tocar  la textura fina de la tela, bajo las escaleras lentamente con un paso firme y lento llegando al final de las escaleras para encontrarse con aquella pequeña mesa que contenía un jarrón antiguo con flores blancas y rojas dibujadas en el, dentro de dicho jarrón había tulipanes llamativos que llamaban la atención de cualquier persona que entrara por la puerta.

Se dirigió casi apresuradamente hacia el piano que se encontraba un poco más alla de la mesita, volvió a deslizar sus dedos por el piano tocando teclas al azar que transmitian de primera mano un sonido molesto, detuvo uno de sus dedos en una de las teclas del piano, luego aparto su dedo y se alejo de el.

Nadie podía entender su comportamiento, no hallaban explicación alguna el porque su manera de actuar, porque tanta tristeza en su mirada y los tantos porques de ella, aunque  no era de esas personas que decían todo lo que se le pasaba por la mente ni tampoco era de contar como realmente se sentía (aunque la gente pensara que si), ella era…un enigma de la vida, el colmo del mundo y un humor muy negro.