lunes, 23 de julio de 2012

Why? C/4


Quite mi rodilla de su nuez y me puse en pie sacudiéndome así el traje , estire mis hombros hacia atrás y le sonreía a Howl entre dientes.
Había sido un día largo tras la noche anterior, ambos estábamos luchando por diversión y bueno aunque iba perdiendo en la lucha, estaba siendo divertido.
Nos despedimos a la salida de su gran mansión como siempre, dos besos y un gran abrazo de por medio, entré en mi coche de color grisáceo y me dispuse a ir a casa, donde no había pisado durante dos semanas debido a los acontecimientos que había pasado estos días.
Estaba realmente cansada, esta situación estaba consumiéndome y lo peor no sabía como actuar, que decir, que pensar y era todo muy confuso. Solo quería relajarme y tomarme unos días sabáticos pero entre toda esta situación estaba realmente confusa, suponía que no tardaría la bomba en explotar y que se abriría un gran revuelo en el consejo con las nuevas noticias, algo estaba claro, más de uno iba a morir.
El consejo no admitía que ningún vampiro se sublevará a su poder, que ninguno fuera más fuerte, que ninguno tuviera más riqueza  que ellos y lo importante que ni se le pasara por la cabeza involucrarse en su clan. El consejo se hizo a principios del siglo XVIII cuando estallo el ``Boom´´ de los vampiros y  si había alguno que otro que sembraba el miedo en el pequeño pueblo a las a fueras  de Italia, sé le mataba. Aparte de eso se formo para controlar el índice de vampiros que había en aquel momento y si debían de matar alguno que otro. Algo estaba claro El consejo eran muy exigentes con los vampiros que fueran a formar parte de su comunidad, ninguno podía ser alguien de clase baja, como mucho media/alta, debían de ser bellos ya de por si siendo humanos y exigían hombres y mujeres de gran altura y refinamiento.
Eran muy exigentes con sus vampiros y sobre todo para pertenecer a su comunidad, debía ser aprobado por los diez ``ancianos´´ que lo formaban y ellos aprobarían si estas dentro o no, de lo contrario matan a la persona/vampiro sin ningún remordimiento en sus oscuras y sucias conciencias.
Todavía me pregunto cómo una persona como yo pudo entrar, supongo que fue porque estaba bajo la protección y manipulación de ese ser oscuro y despreciable. Es recordarle y hacer que me aferre mas aun a mi alma para no dejarla escapar y no volver a caer en su juego…
Aparque mi coche al lado de una pequeña tienda de libros, donde suelo ir a comprar algún que otro libro interesante, pará ser sincera soy alguien muy exigente con los libros creo que si yo fuera una editorial solo sacaría al comercio dos o tres libros como mucho, creo que si de mi dependieran los escritores estarían en la ruina, pero menos mal que no dependen de mi.
Salí del coche sujetando mi mochila y llevándomela al hombro, me acerque al portal y lo abrí minuciosamente, allí estaba el portero viendo quien entraba o salía de la urbanización o si había algún extraño que entrara, le salude con la mano y el me devolvió el saludo con una sonrisa, apenas hablaba con nadie de mi edificio, de hecho no sabía ni quien vivía aquí, para mi todos mis vecinos eran personas raras, con manías un tanto extrañas e insoportables, pero supongo que es algo a lo que todos nos tenemos que enfrentar dia tras dia en nuestras vidas.
Entre por la puerta de mi casa y la mire detenidamente, deje mis cosas en el suelo sin importarme lo que les pasara y me lance  contra el sofá, por fin estaba en casa, por fin un poco de tranquilidad, por fin…
Sono mi móvil destruyendo el momento de gloria que tenia, extendi mi brazo y sin mirar quien llamaba conteste:
-¿Si?-mi voz sonaba muy molesta y algo ronca.
-Pense que no volverias, te echaba de menos-su voz, si esa voz…la que me atormentaba dia y noche, la que hacia que mi alma quisiera escapar de mi cuerpo, esa voz que me envenenaba, era…su voz.
Me quede callada varios segundos, no sabia que decir, esta situación estaba yendo demasiado deprisa, apenas podía pensar con claridad o articular alguna que otra palabra, estaba entrando en un estado de shock pero de repente escuche una voz interior y me relaje por fin.
-He vuelto para tu desgracia, ¿querías algo?
-Solo saber si estabas bien-aclaro su voz y prosiguió- me preguntaba si  has vuelto por mi, creo que puedo afirmar que si, que has vuelto por mi.
-Por favor…No me hagas reír, no soy tan patética para volver por ti, aparte creo que no debo de darte ninguna explicación-apreté el botón de colgar rápidamente, sentí un gran alivio dentro de mí, me preguntaba cómo podía haberme encontrado  tan fácilmente y saber mi nuevo número de teléfono, bueno si lo sabía y apostaba mi propia vida que había estado vigilándome durante estos años y eso en parte me aterraba.

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